top of page

“LA LEUCEMIA” proceso de reparación de la médula ósea.

  • rubiomarcela777
  • 13 nov 2016
  • 11 Min. de lectura

Actualizado: hace 4 días

La leucemia es el proceso de reparación  de la médula ósea, mesodermo nuevo. Su Nombre deriva del griego leuco (blanco) y heima (sangre), lo que significa que hay de sobra glóbulos blancos en la sangre.:

Ley de la leucemia:

  1. Toda fase leucémica es precedida de una fase leucopénica.

  2. En toda fase leucémica, el número absoluto de leucocitos normales es siempre normal. Los leucocitos normales no están desordenados por el número elevado de blastos, es decir, células jóvenes, que no llegan a madurar.

  3. La fase leucopénica precedente a la fase leucémica equivale a la fase activa de un conflicto de desvalorización de sí mismo y de reabsorción del tejido óseo -osteolisis- sobre el plano orgánico. La solución de este conflicto de desvalorización de sí mismo, la conflictolisis, vuelve a lanzar la hematopoyesis (de haima, sangre, y poiein, hacer)de la sangre blanca y de la roja, que estaba detenida hasta ahí: la de la sangre blanca, de los leucocitos muy rápidamente, la de la sangre roja, de los eritrocitos y de los trombocitos, con un retraso de 3 a 6 semanas, que llamamos retraso eritropoyético (generación de los glóbulos rojos (también conocidos como eritrocitos o hematíes).

” Ningún paciente manifiesta más síntomas cerebrales (ganas de vomitar, vértigo, cefáleas, obnubilación, etc.) que los leucémicos. La evolución de la leucemia no es el proceso mórbido de una enfermedad, sino más bien de un convalesciente, que sale de su enfermedad”.

LA LEUCEMIAFASE ACTIVA




FASE PCLB

ReparaciónDesvalorización de sí mismo.

Revalorización  por solución del conflicto.Proc. cerebral médula.

Edema de la médula del cerebro, signo de curación.Pammielotisis.

Panematopoyesis con retraso de la sangre roja.

El mesodermo responsable de la cicatrización de las heridas

La membrana embrionaria media, o mesodermo, es la  responsable de la cicatrización de las heridas; cuando se trata de tumores cancerosos derivados del endodermo o del ectodermo, la curación por cicatrización, encapsulamiento, etc. es asumida por el tejido conjuntivo del mesodermo. «Sola» la curación propiamente dicha por edematización pericarcinomatosa está asegurada por la membrana embrionaria correspondiente.

La facultad de «regeneración cicatricial» o de formación queloide es propio de todas las células mesodérmicas. En el caso de los huesos, por ejemplo, durante la fase del conflicto activo de ostéolisis, hay reabsorción de células, del tejido óseo mientras que cuando se trata de cánceres de la membrana embrionaria interna o externa, se observa durante esta fase activa una multiplicación de células por proliferación celular. En la fase del activo del cáncer de huesos es la necrosis y durante la fase de curación (fase pcl) la proliferación muy bien organizada de células de callo.

Esta proliferación exagerada no tiene en principio nada de patológica: en la medida en que no molesta, no tiene problema mecánico si no estrangula nervios, arterias, etc. En el fondo, es como una gruesa cicatriz, un queloide cicatricial. Sobre el plano psíquico,  los humanos  soportan mal un «exceso» anodino, que  no molesta prácticamente jamás a los animales.

Así, la leucemia es, a pesar de todo, una manera de proliferación sarcomatosa de células sanguíneas. Las células en exceso e inmaduras presentan deficiencias cualitativas y son eliminadas del organismo al cabo de algunos días. Durante la fase activa del conflicto (fase Ca), el estado de simpaticotonía provocado por el cortocircuito en el cerebro hace que las células madre de la médula ósea permanezcan largo tiempo en depresión hematopéyica,  no produciendo  células sanguíneas. Llamamos a eso una pammielotisis, es decir una tisis, debilitamiento,  de la médula ósea. Una fuerte impulsión hace arrancar la producción de la médula ósea. Pero esta hematopoyesis, al principio, se pone a suministrar principalmente mercancía de desecho, los blastos, es decir células jóvenes e inmaduras, ¡las más anodinas y más inofensivas que existen!.

Con el tiempo, la calidad de estas células, que desde luego dejaban mucho que desear, va mejorando cada vez más y, al cabo de algunos meses, la médula ósea tiene de nuevo dominada la eritropoyesis. A condición, sobre todo, que la solución del conflicto aguante y que se dominen las complicaciones posibles (anemia pasajera, tumefacción cerebral, ostialgias)

  1. La leucemia es la segunda parte de una enfermedad, a saber la fase de curación (pcl) después de la solución del conflicto. En el plano:

  2. psíquico: estado después del conflicto de desvalorización.

  3. cerebral: foco de Hamer en la médula del cerebro.

  4. orgánico: curación después de la ostéolisis de huesos y el carcinoma de los ganglios linfáticos, proliferación del tejido conjuntivo después de la herida, que constituye una clase de desvaloriazación localizada.

El osteosarcoma y el linfosarcoma son una clase de curación excesiva, lujuriante, después de la desvalorización o la herida propia.

Todos los sarcomas derivan de la membrana media del embrión, del mesodermo y constituyen por consiguiente una unidad.

psíquico:

Todos los sarcomas del tejido conjuntivo y de los huesos son la fase de curación consecutiva a la solución de un conflicto de desvalorización de sí mismo. Los conflictos más fuertes provocan ostéolisis, los menos fuertes conflictolisis de los ganglios linfáticos, o linfosarcomas. Los más débiles provocan alteraciones de los vasos y tejidos conjuntivos.

cerebral:

Las áreas correspondientes son todas localizadas en la médula: pero la localización es craneal en el organismo, frontal en el cerebro (médula), caudal en el organismo, occipital en el cerebro.

orgánico:

Al número de órganos atacados figuran todos los órganos de sostén que derivan de la membrana media, el mesodermo. Tienen todas sus áreas correspondientes en la médula del cerebro. Todos están atacados facultativamente en el momento de una desvalorización, en función de la asociación que se produce en este momento: huesos, ganglios linfáticos, vasos, tejidos conjuntivos.

Del mismo modo, la distinción entre leucemias agudas y crónicas no se comprende si no se tiene en cuenta en cada caso la situación conflictual especial: las leucemias agudas resultan de un conflicto de desvalorización de sí mismo agudo y dramático, se trata generalmente de un proceso o de un problema único, que permanece conflictual durante un cierto tiempo, mientras que las leucemias crónicas resultan de conflictos que en el intervalo no tienen un tema de actualidad y pasan a segundo plano, pero que salen a la superfície de vez en cuando.

La terapia de la leucemia.

La terapia de la leucemia puede ser dividida en dos grupos importantes:

  1. La terapia durante la fase preleucémica del conflicto activo, o dicho de otro modo: la terapia del cáncer de huesos en la fase del conflicto activo, lo que se traduce sobre el plano hematopoyético por:

  2. La anemia.

  3. La leucopenia = pammielotisis (tisis de la médula ósea o depresión).

  4. La trombopenia.

  5. La terapia de la fase leucémica postconflictolítica, la fase de curación después de la solución del conflicto de desvalorización, la fase de recalcificación después del cáncer de huesos, lo que se traduce sobre el plano hematopoyético por:

  6. Primer estadío: directamente después de la CL hay aún anemia, leucopenia y trombopenia.

  7. Segundo estadío: aún hay anemia, pero ya de leucocitosis aunque todavía hay trombopenia. Es aquí cuando la mayor parte de las leucemias son descubiertas, de hecho los pacientes están abatidos y cansados.

  8. Tercer estadío: de 4 a 6 semanas después del principio de la leucemia, la producción de eritrocitos y trombocitos comienza a entrar en línea de espera, pero una gran parte de las células rojas son aún inmaduras y, por consiguiente, su capacidad funcional es deficiente.

  9. Cuarto estadío: producción excesiva de células sanguíneas blancas y rojas, pan-policitemia vera.

  10. Quinto estadío: normalización de las condiciones tanto en la sangre periférica como en la médula ósea.


Célula madre.Eritropoyesis.Eritrocitos.Granulocitopoyesis.Neutrófilos.Eosinófilos.Basófilos.Monocitopoyesis.Monocitos.Megacariopoyesis.Trombocitos.Sistema linfático.Células T.Células B.

El esquema anterior demuestra que todas las células sanguíneas provienen de la misma célula madre. Esta célula madre se encuentra en la médula ósea, el centro de fabricación de la sangre de nuestro organismo. El conjunto del proceso se llama hematopoyesis (de haima, sangre, y poiein, hacer).

Todas estas células sanguíneas derivadas de la célula madre pueden ser numéricamente excesivas; este exceso es pasajero y que la mayor parte de las células excesivas eran inmaduras, presentaban una deficiencia funcional y, por consiguiente no eran más que desecho. En efecto, como ya hemos advertido a propósito de los leucocitos de constitución morfológica normal en el cuadro de la leucemia, parece que el organismo cuida constantemente de que haya suficientes leucocitos normales, cualquiera que sea el número de blastos en suplemento.

Encontramos pues:

  1. Una eritrocitemia: cuando hay muchos eritrocitos.

  2. Una leucemia mieloide: cuando hay muchos granulocitos.

  3. Una leucemia monocitaria: cuando hay muchos monocitos.

  4. Una leucemia linfocitaria: cuando hay muchos linfocitos.

  5. Una trombocitosis: cuando hay muchos trombocitos (muy raros, juzgados inofensivos).

Por consiguiente, además de la multiplicación de los leucocitos, es decir leucemia, también hay multiplicación de eritrocitos, es decir eritrocitemia o eritremia, que también es considerada como una enfermedad, pero que en realidad no es más que la fase de curación excesiva de la sangre roja, mientras que una vez resuelto el conflicto de desvalorización de sí mismo, la anemia ha dado lugar a la eritremia y a la leucemia. Esta acumulación de las dos que se produce habitualmente al menos a corto plazo al final de todo proceso de curación, es lo que se llama pan-policitemia.

¡ la leucemia es una fase de curación benéfica!. ¡Y por eso haría falta comenzar por saber lo que es una vagotonía !. Y por eso haría falta saber lo que dice la Ley de Hierro del Cáncer. ¡


La terapia en la fase activa del conflicto, la fase preleucémica.

No es posible atender bien una leucemia sin estar al corriente de la enfermedad propiamente dicha, que ha precedido a la leucemia. Este conocimiento me ha suministrado cantidad de datos importantes para orientarme: desde luego, sobre el plano psíquico: ¡el más importante es siempre conocer el D.H.S.!. Me informa sobre la duración máxima del conflicto y sobre su intensidad.

Así que, lo esencial es conocer la evolución del conflicto y, en particular sobre su intensidad.

Lo que cuenta después es saber exactamente en qué momento se produce la conflictolisis. Todo conflicto de desvalorización de sí mismo desencadenado por un D.H.S. y seguido de un período de conflicto activo con fase postconflictolítica, por tanto hay una solución del conflicto.

Por otra parte, la duración del conflicto, por ejemplo, y la intensidad del mismo, nos dice mucho sobre la duración probable de los estados leucémicos, si tenemos la suerte, nosotros los médicos, de caer sobre una leucemia -donde el individuo tiene ya resuelto él mismo su conflicto de desvalorización de sí mismo.

Hace falta que sepamos  con precisión:

  1. ¿en qué época ha tenido lugar el D.H.S., cuál era en particular el contenido del conflicto?

  2. ¿Cuánto tiempo ha durado el conflicto, cuál era su intensidad?

  3. ¿Ha tenido antes ya fases de solución del conflicto, que fueron seguidos de nuevas recidivas del conflicto?

  4. ¿En qué momento ha tenido lugar la última solución del conflicto? ¿El conflicto está resuelto definitivamente?

  5. ¿Cuándo ha vuelto a tener el paciente apetito?

  6. ¿A partir de cuándo ha podido dormir de nuevo? ¿Desde cuándo tiene de nuevo las manos calientes?

  7. ¿A partir de cuándo ha tenido la sensación de compresión cerebral (la cabeza que estalla)?

Conviene recoger cuidadosamente los datos clínicos para tener un resumen lo más completo posible. Y es un mandato imperativo en todo esto: «sobre todo no tener pánico porque el paciente leucémico es ya un rey, pues evidentemente ya tiene resuelto su conflicto.

Después los puntos para orientarse en los órganos:

Es muy útil conocer los resultados de los análisis sucesivos de la sangre, la evolución de los valores sanguíneos durante la fase activa, saber a partir de cuando se ha constatado eventualmente una anemia (pasada generalmente desapercibida), en qué sitio se ha observado ya la osteolisis mediante las radiografías del esqueleto, cuál ha sido la importancia de la leucopenia y de la trombopenia. ¡Todo médico debe tener el material de un detective!, ¡Merece la pena hacer este esfuerzo, sin tener en cuenta que es apasionante!. Pero lo esencial es que eso ayuda al paciente favoreciendo una confianza fundada objetivamente. No tarda en cooperar activamente, ¡porque tiene el sentimiento de trabajar útilmente en su propia terapia!.

Importa siempre tener claramente consciencia de ¡«la suerte que es la leucemia»!. En efecto, qué suerte tiene el paciente leucémico si se le compara con el del conflicto que está aún activo y tiene el cáncer de huesos: ¡ha alcanzado ya la fase postconclictolítica!.


Terapia de la fase postconflictolítica, leucemia.

La fase de curación después de la solución del conflicto de desvalorización de sí mismo. La fase de recalcificación después del cáncer de huesos.

El primer estadío

Inmediatamente después de la CL, hay aún pancitopenia, es decir, una disminución global de eritrocitos, leucocitos y trombocitos, y luego una acumulación de anemia, de leucopenia y trombopenia.

Pero con respecto a la conflictolisis, el organismo se encuentra ahora posado en vagotonía, los vasos están dilatados y todos los pacientes, los que no tienen anemia también, se sienten muy aplastados en esta fase postconflictolítica. Los que además tienen una (grave) anemia, están cansados y agotados que se quedan tirados. El paciente está enfermo, pues está precisamente recobrando la salud. La tasa de hemoglobina y el número de eritrocitos están aparentemente bajos, pero en realidad no hay disminución de la concentración, la sangre está fuertemente diluida, debido a que el volumen vascular se ha triplicado, o igual quintuplicado en función de la dilatación de los vasos. El déficit volumétrico está colmado por la producción de suero.

No hay pues ninguna razón para inquietarse. La sangre no ha disminuido, solamente está diluida. Para compensar la baja concentración hemoglobínica y obtener así un grado de oxigenación equivalente, hace falta que el corazón lata más rápido, que el consumo cardíaco, el volumen sanguíneo por minuto, sea más elevado. Pero el corazón se niega, porque el conflicto está ahora resuelto, la batalla ha sido librada y el organismo está posado sobre la recuperación porque lo mejor es curar las heridas recibidas en el curso de la batalla.

Y por más que el paciente tenga cara de agotado y completamente lacio, la conflictolisis coincide exactamente con el relanzamiento de la hematopoyesis en la médula. Este estadío, que aún se caracteriza por la anemia y la leucopenia en la sangre periférica, pero en donde, por punción externa, ya se puede deducir en la médula ósea los primeros mieloblastos (o linfoblastos), la medicina clásica lo llama hasta aquí «aleucemia mieloblástica» o «aleucemia linfoblástica». Se habla de una «leucemia aleucémica».

OBSERVACIONES PRELIMINARES SOBRE LOS CASOS DE LEUCEMIA.

¿Qué es necesario ver en los clichés?.

  1. Psiquismo:

Hace falta que el paciente haya tenido un conflicto de desvalorización de sí mismo, que debe estar resuelto, puesto que hay leucemia. En efecto, no existe leucemia sin conflicto resuelto. Conociendo el estado de la leucemia, se puede deducir con certeza la fecha de la conflictolisis. Es importante encontrar el D.H.S. y el contenido especial del conflicto.

  1. Cerebro:

Lo que hay de típico en la leucemia, no es solamente que se encuentre un foco de Hamer incrustado en la médula del cerebro, sino que hace falta que sea localizado en un lugar completamente especial, que está en función del contenido del conflicto. Y estas localizaciones cerebrales deben coincidir exáctamente con las de las ostéolisis óseas.

Y del mismo modo, cuando nos encontramos aparentemente con un conflicto de desvalorización de sí mismo generalizado, observamos muchas veces algunos focos de Hamer muy incrustados en el interior de la médula, que es de color oscuro en función del edema generalizado. Por último hay mucha confluencia, pero en ciertos estadios se llega a pesar de todo a distinguirlos.

  1. Órgano:

No hay leucemia sin que previamente haya habido un cáncer de huesos en fase activa. Cáncer de huesos significa ostéolisis de huesos (ver capítulo sobre el cáncer de huesos). Los reveladores cerebrales de los huesos del esqueleto son ordenados en el cerebro lo mismo que un bebé acostado cuando está enfermo. He añadido aquí la tabla para evitar trasladaros continuamente. La médula derecha corresponde por consiguiente a la mitad izquierda del sistema esquelético y viceversa.

PSIQUISMO.Naturaleza de la desvalorización de sí mismo.CEREBRO.Localización en la médula del cerebro.ÓRGANO.Localización de la ostéolisis del esqueleto.Desvalorización intelectual-moral.Médula frontal.Osteólisis de la bóveda y de las cervicales.Desvalorización en la relación madre/hijo;padre/hijo.En los diestros frontal: médula derecha;En los zurdos frontal: médula izquierda.Osteólisis en el hombro izquierdo.Ostéolisis en el hombro derecho.Desvalorización de sí mismo debido a aptitudes y destrezas manuales.Médula frontal.Ostéolisis de los huesos del brazo.Desvalorización central de la personalidad.Médula lateral.Ostéolisis de las lumbares y dorsales.Desvalorización de sí mismo por debajo de la cintura.Médula temporal-occipital.Ostéolisis del bazo.Desvalorización de sí mismo en la relación de pareja.En los diestros frontal izquierdo;En los zurdos frontal derecho.Ostéolisis del hombro derecho.Ostéolisis del hombro izquierdo.Desvalorización de sí mismo por no-deportista.Médula occipital.Ostéolisis de los huesos de las piernas.

Nota: Hemisferio derecho para el lado izquierdo del esqueleto. Hemisferio izquierdo para el lado derecho del esqueleto.

FUENTE https://seryactuar.org/nuevo-paradigma/la-ciencia-que-nos-ocultan/germanica-nueva-medicina/la-leucemia/

Comments


Camino al Centro

MARCELA RUBIO BLÁZQUEZ

¨ Camino en El Centro  son técnicas para salirnos del auto juicio, apreciarnos profundamente y como consecuencia honrar los otros,

la vida, la creación, estando mas y mas presentes¨. ​

"Path in the Center are techniques to move beyond self-judgment, learn to appreciate ourselves, and consequently honor others, life, and creation by being more and more present".

  • Youtube
  • Facebook
  • Twitter
  • Instagram

rubiomarcela777@gmail.com 

0052 415 1191 326

© 2025 Marcela Rubio Blázquez
bottom of page