EL DUELO Y SUS ETAPAS
- rubiomarcela777
- 14 sept 2016
- 4 Min. de lectura
Entender la etapas de “El duelo” nos ayuda a reconciliarnos, integrarnos, adaptarnos y finalmente entender el sentido y el aprendizaje de la experiencia. El trabajo de duelo nos permite dedicarnos a nuevos proyectos, nuevas empresas, nuevas esperanzas y nuevas relaciones. Si no se toma consciencia de la pérdida, el trabajo de duelo no se puede iniciar.
Basado en la obra de Elisabeth Kübler-Ross:
ETAPAS DE DESCENSO:
La negación : cuando la muerte es súbita o inesperada (« no es posible, no a mí, no ahora »)
Enojo y rebelíon : va de la inculpación al odio (“es injusto, no hay derecho”)
El miedo : miedo por sí mismo o por los otros, momentánea o una angustia general. El mundo aparece como una fuente de peligros difíciles de superar. (« ¿Qué me va a ocurrir? ¿Cómo voy a hacer? »)
La tristeza : etapa decisiva y difícil para enfrentar la realidad en la cual se toma conciencia que lo ocurrido es definitivo.
ETAPAS DE ASCENSO:
La aceptación : « es duro, difícil, pero voy a seguir viviendo lo mejor posible ». La aceptación no es resignación, sino progresión. En esta etapa es la persona y ya no el objeto de su duelo lo que predomina y se acepta vivir de una manera diferente.
El perdón : perdonarse, renunciar a la ilusión de omnipotencia, no dejarse avasallar por la culpa. Luego puede haber lugar para el perdón de los causantes de la pérdida.
Búsqueda de sentido : Beneficios subjacentes o el « regalo escondido »: “gracias al duelo he podido…” Se trata de reconocer que el duelo o la pérdida permitieron hacer algo imposible de encarar en la vieja situación, como desarrollar un talento, aprender cosas nuevas.
La serenidad : acceso a un nuevo vínculo. La persona hace las paces con ese momento doloroso y puede evocarlo sin exceso de emoción. Vive en el aquí y ahora y aquello que le ocurre es más importante que lo pasado.
Marianne Costa: Cuando alguien se muere, se desencadenan dos mecanismos en la persona que queda en duelo. Por un lado las cosas que me quedaron por decirle y por otro, la rabia porque me han dejado. El proceso de duelo hay que vivirlo completo para no quedar enganchado al sufrimiento.
FASES DEL DUELO
Primera fase del duelo: La aflicción aguda
Incredulidad (la persona no se cree lo que le ha pasado), confusión, inquietud, oleadas de angustia aguda , agitación, llanto, sensación de ahogo, opresión, debilidad muscular.
Segunda fase del duelo: Conciencia de la pérdida
Los síntomas y reacciones iniciales gradualmente pierden su intensidad, y la persona acepta intelectualmente (en su pensamiento y realidad) la nueva situación.
Tercera fase del duelo: Conservación-aislamiento
Esta fase es experimentada por muchos como “el peor período de todo el proceso del duelo”. Es durante esta fase que la aflicción se parece más a una depresión.
Cuarta fase del duelo: Cicatrización
Significa aceptación intelectual y emocional de la pérdida, y un cambio en la visión del mundo de forma que sea compatible con la nueva realidad y permita a la persona desarrollar nuevas actividades y madurar.
Quinta fase del duelo: Renovación
Sentimientos que surgen: Aturdimiento inicial: el sufrimiento puede dejar anestesiado, perturbado, mudo, incluso privado de autonomía de pensamiento, palabra y acción.
Lamentación: “¡No lo puedo creer!”
Negación: “¡No, no es cierto!”
Rechazo: ¡No, no lo acepto!
Miedo y ansiedad: “¡ Y si me sucediera…!”
Culpa: “¡Si yo no hubiese…!”
Rabia: “¿Por qué a mí?” “¿Por qué se lo hicieron, Dios?” – Tristeza profunda “¿Qué sentido tiene ya…?”
Resignación: “¡Me tocó a mi. Es la fatalidad!”
Integración y resignificación: “¡Hay que volver a vivir.
Una vez que el deudo ha realizado los cambios necesarios en su realidad, sentido y estilo de vida, que ha recuperado su forma de verse a sí misma y a su mundo con un sentido positivo, y que ha logrado encontrar sustitutos y reemplazos para la persona u objeto perdido (éstos pueden ser cualquier cosa que interese al individuo o le dé un sentido y propósito, no necesariamente un rol sustituto), se mueven hacia la fase final del duelo. Sus características más importantes son:
Viviendo para sí mismo Cuando los lazos de apego son rotos definitivamente, gracias a esa renovada concepción del Sí mismo y del mundo, la persona comienza a vivir para ella; este descubrimiento le puede dar la sensación de que la vida, la alegría, el día, la naturaleza, los colores y la mayor parte de sus cosas son ahora diferentes. Descubre un enorme coraje no supuesto antes.
APRENDIENDO A VIVIR SIN
Para poder sobrevivir, los cambios acaecidos en las tres dimensiones de su mundo llevan al deudo a excluir al ser querido fallecido del mismo, por lo que aprender a estar sin él es una parte esencial de este proceso de reconstrucción. Se trata de un fenómeno difícil, no exento de dolor y con periódicas rebeldías.
REACCIONES DE ANIVERSARIO
Reacciones y síntomas semejantes a los experimentados durante las fases iniciales del duelo (en particular las oleadas de angustia aguda) y que se presentan tanto en la fecha de muerte como en los cumpleaños, fiestas locales, Semana Santa, Navidad, etc.
“En ninguna otra situación como en el duelo, el dolor producido es TOTAL: es un dolor biológico (duele el cuerpo), psicológico (duele la personalidad), social (duele la sociedad y su forma de ser), familiar (nos duele el dolor de otros) y espiritual (duele el alma). En la pérdida de un ser querido duele el pasado, el presente y especialmente el futuro. Toda la vida, en su conjunto, duele”
http://duelum.com.ar/fragmento-sobre-la-muerte-y-el-dolor-de-alejandro-jodorowsky/
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